Nada dos veces
Nada sucede dos veces
Y es lo que determina
Que nazcamos sin destreza
Y muramos sin rutina
Ningún día se repite,
Ni dos noches son iguales
Ni dos besos parecidos,
Ni dos citas similares
Entre sonrisas y abrazos
Verás que la paz se fragua
Aunque seamos distintos
Cual dos gotas de agua
Nota: poema de Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Literatura 1996
Abracé cada momento con intensidad, luchando por soslayar la pérdida temida. Pero a veces la fuerza con la que intentas retener el tiempo, resulta directamente proporcional a la velocidad con la que este acontece y es entonces, siendo consciente de lo efímero, cuando comprendes la definición de amor verdadero como la desinteresada tarea de crear espacio para que el otro sea quien es, pues encontrar el equilibro entre el deseo y la necesidad, entre el amor y la posesión puede resultar complejo bajo la presión del segundero.